X-Men Origenes: Lobezno

¿Qué estaría pensando cuando fui al cine a ver esta película?
Estamos ante una película que aspira a ser una de las más taquilleras del año y que no ofrece absolutamente nada. No hay historia, ni ritmo y los combates son..., bueno, los combates están en la película.

Lo único que se puede salvar de la película son los títulos de crédito, donde vemos a Lobezno y Dientes de Sable luchando juntos a lo largo de la historia, que de alguna forma (y salvando las inmensas distancias) recuerda a los créditos de Watchmen.
Y es que ni el carisma de Hugh Jackman es capaz de levantar esta película, lo que podría ser un viaje por la interesante vida de Lobezno y un análisis de su personalidad se ha convertido en una sucesión de peleas sin sentido, un desfile de mutantes interrumpidas por una forzada historia de amor.
Quizás el momento de mayor vergüenza fue cuando en la película nos presentan lo que parece un doble de cuerpo de Patrick Stewart al que le ponen la cara digitalmente del actor británico. Si en realidad es el sr. Stewart este ni lo parece, ni sale acreditado.

Pero los malvados productores de esta película tienen un plan maestro para que los aficionados vayan una y otra vez al cine. Y es que esta película cuenta con DOS finales diferentes después de los créditos. Esta idea, digna de George "más dinero" Lucas, no llegará a España, donde solo tendremos un final.

En el segundo final podremos ver como una mano recoge la cabeza cabeza de Masacre (con boca).
Los dos finales alternativos los podéis ver (aunque con muy mala calidad) aquí.

Mi recomendación es que vayáis a ver películas como La Sombra del Poder, que están en los cines y merece mucho, pero mucho, la pena.